La creadora de contenido, Johanna Villalobos, lanzó el pasado miércoles el primer episodio de la temporada 2025 de su pódcast, en el que invita a diferentes celebridades de Costa Rica para hablar sobre temas que, en ocasiones, pueden ser sensibles. Esta vez, las invitadas especiales fueron las exintegrantes del programa A todo dar, Gipsy Montoya, Viviana Calderón y Angie Conejo, el cual se transmitía por televisión de lunes a viernes durante dos horas, hace más de 20 años.
Durante la conversación, Villalobos destacó que, a pesar de ser mujeres admiradas, en algún momento tuvieron que lidiar con la presión de aparentar que todo estaba bien. En respuesta, Angie Conejo afirmó que nunca enfrentó ese tipo de situaciones, mientras que Viviana Calderón reconoció que sí.
“Sí, toda la vida he sido una mujer grande y, en televisión, uno se ve más gruesito de lo que realmente es. Claro, al entrar a este grupo de mujeres tan delgadas, me veían como la grandota. Cuando hablamos del hate, recuerdo que me enviaban cartas diciendo que qué hacía ahí, que tenía una cintura de sapo y que nada que ver con las demás”, relató Calderón.
Tras reconocer que recibió muchas críticas, Calderón también mencionó que incluso los mismos productores del programa le insinuaban que debería operarse.
“Era mi primera vez en televisión, en un programa tan exitoso, y hasta los productores me preguntaban si no pensaba en operarme. Yo les decía: ‘Suave un toque, suave’”.
Villalobos, sorprendida, le preguntó a Calderón cómo logró afrontar esa situación a los 21 años. La ex presentadora recordó que, en aquel entonces, hablaba sobre el tema con su mamá al llegar a casa.
“Yo hablé de esto con mi mamá. Imagínate lo terrible que puede ser para la mente distorsionar la propia imagen. Yo llegaba llorando y le decía: ‘Mami, es que me dicen esto y además me veo horrible’. Pero en el canal me quedaba calladita, todo estaba bien, todo perfecto… Luego llegaba a casa y lloraba”, expresó Calderón.
También mencionó que, después de estas experiencias, se enfocó en hacer dieta y logró adelgazar un poco, aunque fue un momento muy difícil para ella, especialmente porque tenía apenas 21 años.
“Fue feo, fue duro, más aún porque estaban constantemente viendo si estaba más pasadita de peso. Siempre hacían comparaciones”, agregó.
Sus excompañeras le aseguraron que desconocían por completo las situaciones que vivió en aquel entonces. La conversación continuó sobre lo difícil que fue enfrentar esas presiones, especialmente en una época en la que aún no existían las redes sociales.
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Camila Castro